El motor diésel surgió como una alternativa al tradicional motor de gasolina
de los coches, como una opción más eficiente. A día de hoy, las últimas novedades
tecnológicas han equiparado el rendimiento del coche diésel, el cual partía con
cierta desventaja, al gasolina.
Los automóviles diésel funcionan a partir de la combustión por compresión
de aire, ocasionando un menor desgaste de sus partes.
Este funcionamiento provoca que el motor tenga una vida más larga que
su homónimo de gasolina. El motor diesel se compone de pocas pero
fuertes piezas consiguiendo así que el coche tenga mayor fiabilidad
con un mantenimiento muy barato.
Este tipo de coche es muy práctico en ciudad, ya que es muy fácil de conducir.
Trabaja muy bien en bajas revoluciones por lo que no es necesario cambiar
mucho de marchas. Además, el coche diesel tiene mayor eficiencia
que uno gasolina por lo que un automóvil podría llegar a recorrer
un 30 por ciento más de distancia con la misma cantidad de combustible,
que sumado a que el precio del diésel es inferior al de la gasolina,
hace que el ahorro sea notable.
Las nuevas modificaciones que han incluído los fabricantes en sus modelos
hace que la diferencia de prestaciones entre un coche diesel y el gasolina se
reduzca al mínimo, consiguiendo que sean más silenciosos, veloces
y potentes para poder disfrutar al máximo de la carretera.