Desde que la crisis económica se instalara en nuestra vida cotidiana, todos los sectores se han visto afectados en mayor o menor medida. El sector del automóvil ha sido uno de los más castigados y prueba de ello ha sido el increíble repunte han tenido las ventas ilegales de coches entre particulares. Lo que hace años era una actividad apenas inexistente, hoy en día supone un negocio muy lucrativo.
Según los datos de los que se dispone (es muy complicado dar cifras exactas), se estima que el 10% de las operaciones entre particulares son ventas ilegales. Estaríamos hablando de unas 95.000 unidades. No hace mucho algunas comunidades autónomas emprendieron diversas acciones para tratar de eliminar algunos “puntos de venta” entre particulares que se forman en las ciudades.