Viajar en un coche de ocasión te da la oportunidad de crear tu propia historia, ahorrar en transporte y ganar en libertad.
Y la Costa Brava es uno de esos destinos que parecen dibujados para disfrutarse en carretera. Al pensar en ella, se vienen a la mente acantilados que se funden con el Mediterráneo, carreteras que serpentean entre pueblos y calas que parecen escondidas a propósito.
Además, tiene ese equilibrio perfecto entre lo popular y lo desconocido. Y al conducir puedes decidir quedarte más tiempo en esa cala que parece sacada de un cuento de hadas, en el pueblo que logró enamorarte, o seguir explorando hasta encontrar tu rincón favorito en la playa.
En este post de Autofesa te contamos los secretos de viajar a la Costa Brava en un automóvil de segunda mano.

Coste transporte público vs. coche de segunda mano
Uno de los grandes atractivos de viajar en un coche de segunda mano es el ahorro. Si comparas los costes de billetes de tren, vuelos internos o autobuses con la opción de conducir tu propio vehículo, la balanza se inclina claramente hacia la carretera.
No tienes que pagar maletas extra, ni ceñirte a horarios inflexibles, ni calcular conexiones. Simplemente, cargas tu equipaje en el maletero y vas estirando tu presupuesto. Y si quieres hacer la experiencia más aventurera, siempre puedes camperizar tu furgoneta de ocasión.
En estos casos la importancia recae en planificar bien los gastos de combustible, peajes y parkings. Por ejemplo, reservar con antelación en aparcamientos más económicos o calcular la ruta con apps que te indiquen estaciones de servicio baratas puede suponer una diferencia considerable.
Y el dinero que ahorras en desplazamiento puede reinvertirse en lo que realmente da valor al viaje. Experiencias únicas como una excursión en barco por las calas de Cadaqués o la entrada a un museo en Girona.
¡La carretera te da el control, y tu cartera lo agradece!

Flexibilidad absoluta para parar donde quieras, cuando quieras
Recorrer la Costa Brava sin mirar el reloj con tu coche ocasión, también te permite decidir cuándo arrancar y cuándo detenerte.
¿El clima amanece nublado en la playa que tenías pensada? No pasa nada, te diriges a otro punto de la costa donde luce el sol. ¿Un vecino del lugar te recomienda una cala escondida en Begur? Pues allá vas, sin necesidad de comprobar horarios de autobuses o cuadrar conexiones de tren.
Los itinerarios más populares de la Costa Brava son espectaculares, pero lo que realmente encanta al viajero son las paradas intermedias.
Un pueblo medieval al final de un camino lleno de curvas. Una cala que apenas cabe en el mapa, pero que guarda aguas cristalinas.
Viajar sin ataduras significa que puedes quedarte más tiempo donde te sientas a gusto: una sobremesa infinita en un chiringuito de Calella, un paseo extra por el casco antiguo de Cadaqués o una ruta improvisada con tu todoterreno por los acantilados del Cap de Creus.
La carretera no te impone límites, los pones tú.

Del ahorro en carretera al lujo en destino
El dinero no se va en billetes de avión, traslados, equipajes facturados o trenes caros cuando viajas en tu automóvil usado. Sino que se transforma en oportunidades para darle un plus a tu viaje.
Imagina reservar un hotel con vistas al Mediterráneo en lugar de conformarte con un alojamiento básico tierra adentro. O regalarte una cena en un restaurante frente al mar mientras el sol se esconde detrás de los acantilados de Tossa de Mar. Ese salto de calidad en tu experiencia no viene de gastar más, sino de gastar mejor.
Un road trip bien calculado te permite reservar una salida en kayak por las calas de Begur, un día de buceo en las aguas cristalinas de Cadaqués o incluso una visita guiada en tu descapotable por los pueblos de Pals y Peratallada.

Propuesta de ruta recomendada por carretera por la Costa Brava
Ahora sabemos que nada mejor que un coche ocasión para descubrir con calma la Costa Brava, y basándonos en itinerarios de referencia, aquí tienes una propuesta de ruta de tres días donde podrás visitar playas, pueblos medievales y paisajes naturales imposibles de olvidar:
Día 1: Blanes – Tossa de Mar
El punto de partida perfecto es Blanes, conocido como la puerta de la Costa Brava.
Tras un paseo por su puerto y jardines botánicos, toca ponerse en carretera hacia Tossa de Mar. Esta villa marinera te recibe con su recinto amurallado, playas doradas y miradores que parecen diseñados para quedarse horas.
Consejo práctico: tómate tiempo para caminar por la Vila Vella y perderte en sus callejuelas medievales antes de continuar.
Día 2: Calella de Palafrugell – Begur
La segunda jornada está hecha para dejarse llevar por la postal mediterránea.
Calella de Palafrugell es un antiguo pueblo de pescadores que mantiene intacto su encanto, con casas blancas y barcas en la arena.
Desde aquí, una parada en Llafranc o Tamariu es casi obligatoria. La ruta continúa hasta Begur, famoso por sus playas escondidas y su castillo con vistas panorámicas.
Viajar en un coche de segunda mano aquí tiene una ventaja clara, pues puedes improvisar paradas en calas poco conocidas que no aparecen en las guías.
Día 3: Empuriabrava – Cadaqués – Cap de Creus
El tercer día es, quizás, el más espectacular. Empuriabrava, con sus canales al estilo veneciano, marca el inicio de una jornada inolvidable.
La carretera hacia Cadaqués, serpenteante y panorámica, es de esas que se disfrutan tanto como el destino.
Y en Cadaqués, la esencia de Dalí y sus casas blancas ponen el broche cultural. El final perfecto está en el Parque Natural del Cap de Creus, donde la costa se vuelve salvaje y el mar rompe con fuerza contra las rocas.

Consejos prácticos para tu roadtrip en la Costa Brava
Recorrer la Costa Brava en un coche de segunda mano merece disfrutar de cada curva, cada parada y cada sorpresa que aparece sin avisar.
- Revisa tu automóvil antes de salir. Haz una comprobación rápida de la presión de neumáticos, niveles de aceite y líquido refrigerante, frenos y luces.
- Planifica, pero deja también espacio a la improvisación. Es útil marcar los puntos que quieres visitar, pero no conviertas el viaje en un maratón. La gracia de llevar tu propio vehículo es que puedes desviarte cuando quieras.
- Combina carreteras principales y secundarias. Las autopistas te ahorran tiempo, pero las carreteras secundarias regalan paisajes únicos. Lo ideal es alternar, rapidez cuando lo necesites y vistas espectaculares cuando quieras disfrutar del camino.
- Viaja ligero. Cuanto menos equipaje, más comodidad y menos consumo de combustible. La Costa Brava no pide grandes maletas. Ropa fresca, un bañador, zapatillas cómodas y ganas de vivir el momento son suficientes.
- Elige bien dónde aparcar. En temporada alta, encontrar sitio puede ser complicado. Lo mejor es dejar el coche en las afueras, en parkings más económicos, y disfrutar a pie de los cascos antiguos o las playas más concurridas.
- Aprovecha las mejores horas para ir a la playa. Madrugar tiene como recompensa las calas vacías y el mar en calma. Y si prefieres las tardes, los atardeceres en Cap de Creus o Calella bañan el horizonte en una paleta irreal de colores.
- Saborea la gastronomía local. Ese dinero que has ahorrado viajando en carretera merece convertirse en experiencias únicas. Un arroz caldoso en Pals o una fideuá en Palamós son parte imperdible de la ruta.
Pero sobre todo, no corras. Haz paradas, respira el aire marino y contempla el paisaje. La Costa Brava se disfruta despacio.

Carreteras que te llevan a lo más auténtico en tu coche de ocasión
Moverse de playa en playa es un planazo, pero viajando con tu coche híbrido o vehículo eléctrico de ocasión, también podrás acceder a la parte más auténtica del territorio, la vida local al margen de esos destinos que llenan postales.
Mercados semanales donde los vecinos compran fruta fresca. Bodegas familiares escondidas entre viñedos. O restaurantes en pueblos pequeños donde la cocina se hace con recetas de siempre. Eso sí es conocer la Costa Brava “desde dentro”.
La experiencia local también se amplifica en lo gastronómico. Una cata de vinos en él Empordà, una comida frente al mar en una taberna de Llafranc o un café en la plaza de un pueblo que no aparece en los mapas turísticos.
Son desvíos que no figuran en ninguna guía. Te detienes cuando quieres, te quedas el tiempo que necesites y continúas la ruta cuando sientas que has absorbido la esencia del lugar.

La Costa Brava te espera a ti y a tu coche segunda mano de Autofesa
En Autofesa sabemos que la realidad es que la libertad que proporciona viajar en un coche de segunda mano por la Costa Brava, te permite convertir un viaje en carretera en un cúmulo de recuerdos que se van tejiendo kilómetro a kilómetro.
El sol cayendo en el Cap de Creus, el sonido de las olas golpeando las rocas y tu coche aparcado a unos metros, esperando para llevarte al próximo destino.
Son momentos sencillos, pero que quedarán guardados en tu memoria el resto del año, y te mantendrán con muchas ganas de volver. ¡Reserva ya tu vehículo de ocasión en Autofesa y empieza la aventura!
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