El alquiler de coches es una práctica muy habitual con la llegada de la época estival y durante los puentes vacacionales más importantes que hay a lo largo del año. Según los datos facilitados por Feneval (Federación Nacional Empresarial de Alquiler de Vehículos), durante este verano, los españoles han optado por alquilar unos 230.000 vehículos para realizar los trayectos veraniegos.
Es más, durante el primer semestre del año, las empresas de alquiler de coches incrementaron sus compras en un 15,6%. Todo ello enfocado a renovar su parque automovilístico. Sin embargo, este hecho tiene un punto muy negativo y es que los coches alquilados presentan una mayor frecuencia siniestral con respecto a los de particulares. En concreto, estiman que hasta un 60% más de accidentes.
Según los motivos que se exponen en los informes publicados, esta diferencia de accidentes está explicada por la utilización de vehículos con los que los conductores están muy poco familiarizados. Por lo tanto, a la hora de alquilar un coche deberemos de revisar concienzudamente las condiciones y coberturas de la póliza de seguro contratada. Además, se suele dar el caso de que las incidencias más comunes que se nos pueden dar no están cubiertas por las pólizas de seguro.
Ni el mejor seguro de coche de alquiler lo cubre todo y en cuantía ilimitada. Lo más habitual es que no se contemplen los problemas relacionados con los neumáticos como pinchazos o posibles reventones. Tampoco se cubre la asistencia en carretera por incidencias relacionadas con la batería, rotura o pérdida de las llaves o por la “contaminación por combustible” (confundirnos de combustible a la hora de repostar).