Según denuncia la RACC en un informe, esta práctica tiene un grave efecto negativo sobre la economía española y el propio conductor, así como sobre la seguridad vial y el medio ambiente ya que se mantiene en circulación por más tiempo vehículos de mayor edad a la explícita por el propio cuentakilómetros. Además, dicho documento también pone un especial énfasis sobre el fraude ocasionado al consumidor final.
momento, el consumidor estará pagado un precio mayor al que debería tener el coche de ocasión que está adquiriendo. Además, como bien decimos, también es un peligro para la seguridad vial ya que el vehículo tiene más uso del reflejado en la documentación oficial. Por otra parte, este acto, que por otra parte es delictivo (con penas de cárcel), provoca de manera directa una competencia desleal, puesto que el valor real del coche real del coche es menor de percibido.